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El empleo formal se recupera tras la desaceleración

El empleo formal se recupera tras la desaceleración

25/05/2025
Matheus Moraes
El empleo formal se recupera tras la desaceleración

La economía española ha demostrado una capacidad de resiliencia notable en los últimos años. Tras los efectos disruptivos de la pandemia y una posterior fase de desaceleración, el mercado laboral formal empieza a mostrar señales claras de recuperación. En este artículo, exploramos con detalle cómo la afiliación y el empleo total han evolucionado, qué sectores están liderando la creación de puestos de trabajo y qué desafíos persisten para consolidar este crecimiento.

Contexto económico y laboral actual

España ha protagonizado una de las recuperaciones más dinámicas de Europa tras los años más duros de la crisis sanitaria. El PIB ha superado ya los niveles previos a 2019 y las previsiones para 2025 apuntan a un crecimiento que oscila entre el 2,3% y el 2,4%, según BBVA Research y la Cámara de Comercio de España. Este impulso obedece, en gran medida, a una mayor demanda interna y a condiciones macroeconómicas favorables, con tipos de interés moderados e inflación controlada.

El dinamismo de la economía se refleja en la cifra de afiliados a la Seguridad Social. En 2024, el volumen de personas cotizantes creció un 2,5% respecto al año anterior. A pesar de que la creación de empleo se modera en 2025, con un aumento medio estimado del 1,5%, el balance sigue siendo muy positivo si se compara con el 0,8% de incremento medio de la Unión Europea en 2024.

Evolución y cifras clave del empleo

La tasa de empleo entre los 26 y 64 años alcanzó un máximo histórico del 71,3% en 2024, impulsada por el crecimiento en sectores tradicionales y emergentes. Aun así, este registro se mantiene 4,5 puntos por debajo de la media europea, lo que señala espacio para consolidar la convergencia con el resto de socios del continente.

En paralelo, la tasa de desempleo descendió del 12,2% en 2023 al 11,4% en 2024. Aunque esta cifra continúa duplicando la media de la UE, situada en el 5,7% durante el segundo trimestre de 2024, la tendencia es alentadora. Con cada punto de reducción del paro se refuerza la confianza tanto de las familias como de las empresas.

Sectores impulsores de la recuperación

  • Energías renovables: La transición verde está generando miles de empleos en instalación, mantenimiento e innovación.
  • Tecnología de la información y telecomunicaciones: El despliegue del 5G y la digitalización de procesos empresariales requieren perfiles altamente especializados.
  • Sostenibilidad y economía circular: Prácticas responsables, gestión de residuos y reciclaje ofrecen nuevas oportunidades de trabajo cualificado.

Desafíos y sombras en el horizonte

Pese al avance global, existen factores que limitan una recuperación más pronunciada. La necesidad de adaptación constante surge de la automatización y la implantación de inteligencia artificial en diversos procesos, lo que obliga a la fuerza laboral a actualizar sus competencias de manera permanente. Además, el crecimiento de la población activa compensa parte de la creación de empleo, diluyendo la reducción efectiva del desempleo.

La incertidumbre regulatoria y el incremento de los costes laborales también amenazan la competitividad de las empresas españolas. A ello se añade la tensión derivada de políticas proteccionistas a nivel global y el encarecimiento de la vivienda, que dificulta la emancipación juvenil y, por ende, limita el poder adquisitivo y la autonomía de los nuevos trabajadores.

Medidas para fortalecer la recuperación

  • Reforzar la formación profesional dual y la educación continua para alinear la formación con necesidades reales del mercado.
  • Agilizar trámites administrativos y reducir barreras burocráticas que elevan el coste de contratación.
  • Impulsar incentivos a la contratación juvenil y a la inclusión de colectivos vulnerables, con bonificaciones fiscales y ayudas a la movilidad geográfica.

Perspectivas de futuro

Mirando hacia 2025 y más allá, el reto para España será converger con la media europea en tasa de empleo y desempleo, así como asegurar que la recuperación llegue a todos los colectivos. Es fundamental mantener el foco en la inversión en sostenibilidad y tecnología y en el desarrollo de políticas activas de empleo que combinen apoyo a las empresas con protección social para los trabajadores.

El mercado laboral está inmerso en un proceso de transformación sin precedentes. La digitalización, el cambio demográfico y las prioridades medioambientales dibujan un escenario en el que la visión colectiva y colaborativa entre sector público, privado y sindicatos será clave. Sólo así se podrá afrontar con éxito el reto demográfico y tecnológico y consolidar un ciclo de crecimiento inclusivo y estable.

La recuperación del empleo formal tras la desaceleración no es un punto de llegada, sino el inicio de una nueva etapa en la que la capacidad de adaptación, la formación continua y la sostenibilidad marcarán la diferencia. El compromiso de todos los agentes sociales y económicos será determinante para que España avance con firmeza hacia un mercado laboral más robusto, equitativo y preparado para los desafíos del futuro.

Matheus Moraes

Sobre el Autor: Matheus Moraes

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